Si es posible, inhala y exhala por la nariz. Esto disminuye la velocidad del flujo de aire y, a su vez, aumenta el período de absorción máxima de oxígeno. Si te resulta difícil o incómodo respirar así debido a problemas de salud, puedes inhalar y exhalar por la boca. Tu experiencia de meditación no se verá afectada negativamente.
El objetivo de la meditación de conciencia plena es concentrarse en el patrón de respiración natural del cuerpo para tomar conciencia del momento presente. Si te resulta difícil conectar con las sensaciones de la respiración, puedes colocar una mano sobre el abdomen para sentir cómo sube y baja. Durante algunas sesiones, es posible que debas contar las respiraciones, inhalar lenta y profundamente o prestar atención a la pausa entre la inhalación y la exhalación. Todas estas técnicas son herramientas que te ayudan a concentrarte en la respiración, como las ruedas de apoyo que se colocan en una bicicleta para aprender a usarla. La utilidad de cada técnica varía según la persona, así que prueba hasta encontrar lo que más te sirva. Independientemente de la técnica que elijas, el objetivo es siempre el mismo: que te centres en el momento presente con una atención relajada y concentrada.
Comentarios
0 comentarios
El artículo está cerrado para comentarios.